viernes, 3 de abril de 2009

030# Buñuel dijo:

"Adoro mis sueños, aunque mis sueños sean pesadillas y eso son las más de las veces. Están sembrados de obstáculos que conozco y reconozco. Pero me es igual... Mi mano invisible tendía a Hitler una hoja de papel en la que estaba escrito que tenía 24 horas para andar fusilar a Goering, a Goebbels y a toda la pandilla. De lo contrario ya podía prepararse. Hitler llamaba a sus ayudantes y a sus secretarios y gritaba "¿Quién ha traído este papel?". Invisible, desde un rincón de su despacho, yo asistía a la escena y contemplaba su furor inútil. Al día siguiente, asesinaba a Goebbels, por ejemplo. Desde allí me trasladaba a Roma -pues la ubicuidad va siempre de la mano con la invisibilidad- para hacer lo mismo con Mussolini. Entre unas copas y otras, me colaba en el dormitorio de una señora estupenda, me sentaba en una butaca y la veía desnudarse lentamente. Luego, volvía a presentar mi ultimátum al Führer, que agarraba una pataleta. Y así sucesivamente, a gran velocidad."

LUIS BUÑUEL

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