sábado, 31 de enero de 2009

012# Sólo era un granito...

Una mañana, Margaret notó un ligero picor en la frente. Cuando se tocó la cabeza, descubrió que tenía un pequeño granito y rápidamente fue a mirarse en el espejo. "No se ve mucho", pensó. Pero el picor era insoportable. No podía parar de rascarse la cabeza a todas horas y ya, harta, fue a la farmacia a comprar alguna crema.
Los días sucesivos vio como el granito aumentaba de tamaño, se enrojecía y tomaba mal aspecto. Los picores seguían siendo insufribles. Parecía como si algo quisiera salir de la cabeza de Margaret, como si estuviese haciendo fuerza por abrirse paso a través de la frente para salir al exterior. Y poco a poco lo iba consiguiendo.
Otra cosa que le extrañaba a Margaret, era la ausencia de pus en el granito. No se veía más que un puntito marrón al final del grano y no tenía pinta de poder explotarse. El picor era desquiciante y, aunque en un principio no quería, acudió a su médico.
Tras una primera observación del doctor, el diagnóstico fue claro: "Lo que a usted le pasa se denomina Coprocefalia". "¿Coproqué? ¿Es grave doctor?" "Coprocefalia, Margaret, Coprocefalia. Que le está creciendo una mierda en la frente, vamos..."

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Menos mal que no existe algo así de verdad, al menos desde el punto de vista biologico. Porque algunos, sí que tienen caquita en el cerebro jejeje

eL KoProFagO dijo...

Es posible que te pase si se te pone el sistema digestivo manga por hombro. Tener el ano en la frente seguro que no estaría mal para un calvo. No pensarían lo mismo los rockabillys ni los emos.