sábado, 24 de enero de 2009

010# Las botas goleadoras


El día amaneció soleado aquella mañana de verano y Lionel Péres, con sus diecisiete años recién cumplidos, se dirigía a coger el tren para ir a hacer las pruebas con el Rayo Vallecano. Lionel, que jugaba en el equipo local Achunaty, era conocido como el "Ratonsito Peres". Miró el reloj y con gesto nervioso tomo un atajo por el descampado hacia la estación.

Mientras andaba por el camino con la cabeza agachada, observó extraños movimientos en un seto. Una lata de refresco abollada y vacía subía y bajaba de un arbusto sin dar la impresión de estar sujeta por nada. Ratonsito paró en seco y se aproximó para intentar ver la imagen más cerca. Con paso lento se colocó a la altura del seto y aparto con la mano las ramas más externas. Lo que descubrió le dejó boquiabierto: justo en medio del arbusto un pequeño personaje con un sombrero hacía controles acrobáticos con una lata de refresco.

- Once, doce, trece... con la zurda, pecho, dieciséis, diecisiete...

- Eeeeeh, hola. ¿Quien eres tú?

- ¿Yo? ¡Me cago en la prins! Soy el duende del descampao. Me acabas de cortar una racha buenisima. Casi llego a veinte.

- Lo siento.

- ¿Y tú quien eres?

- Soy Ratonsito, voy a hacer las pruebas para entrar al Rayo Vallecano.

- Je, je. Vallecanos, yonkis y gitanos. Que no, que no, que es broma. Je, je. A mi también me mola el futbol. Con decirte que nací al borde del Municipal del Val. Je, je. ¿Y que tal juegas?

- Bueno, no soy malo. Yo creo que me van a coger, me han dicho que no hay mucho nivel.

- Yo te puedo echar una manita. ¿Crees en la magia?

Ratonsito no paraba de mirar con cara de flipadillo al duende. Con gesto de incredulidad asintió con la cabeza a la pregunta que le había hecho mientras veía al pequeño personaje buscar algo entre los matorrales.

- Toma, estas son las botas goleadoras. Te las doy.

Las botas eran unas Joma "Kiko" gastadísimas y malolientes. Ratonsito agradeció el presente al geniecillo y corrió a la estación.

En la prueba, ataviado con las botas goleadoras, deslumbró a los entrenadores rayistas y pronto entró a formar parte de la plantilla del filial. Dos partidazos y cinco goles en el B le hicieron llegar a la primera plantilla. Todo el mundo del fútbol se rendía a la calidad de Ratonsito, con goles de todas las facturas: libres directos, chilenas, taconazos, penaltys, mil regates antes de llegar a portería...

En el mercado de invierno, el Real Madrid se hizo con sus servicios. En una temporada en la que el equipo blanco no había rendido bien ni en Liga ni en Europa, buscaban un revulsivo en la figura de Péres. Intentaban encontrar un jugador determinante en la Champions, después de cosechar varios resultados gafas en partidos previos.

- Es un momento de satisfacción personal y para todo el madridismo el poder presentar, en un acto sencillo como éste, a Lionel Pérez como jugador del Real Madrid. Siempre se ha dicho que había jugadores que habían nacido para jugar en el Real Madrid y creo que con Ratonsito estamos ante uno de estos casos, porque encaja perfectamente en la cultura del Real Madrid -afirmó el presidente madridista, siempre correcto en la rueda de prensa de presentación-.

- Es un sueño hecho realidad -contestó Ratonsito, embargado por la emoción-.

En el primer partido como madridista se metió a la hinchada en el bolsillo. Triangulaciones perfectas con Sneijder y Guti, controles imposibles a pases de Robben y una forma de engatillar como hacia tiempo que no se veía en el Bernabeu. El Madrid volvía a funcionar y otra vez ilusionaba a la grada, algo desencantada esa temporada. Ratonsito salió ovacionado y sus propios compañeros admiraban su juego.

- ¡Buen partido, chaval! -le decía Raúl-.

- ¡A ti te parió una madre! -apuntó Robben mientras le daba una palmadita en la espalda-.

El Real Madrid comenzó a ascender en la tabla de clasificación gracias a los goles de Ratonsito y en Europa, los equipos temblaban al medirse con los blancos. Era raro que Péres jugase un partido y no hiciese hat-trick.

Una noche en el hotel de concentración, Higuaín y Huntelaar se colaron en la habitación de Ratonsito.

- El nota este está loco. Ni para dormir deja las botas -susurraba Higuaín-.

- Mírale, las está abrazando, con lo mugrientas que están.

- Un día se las escondemos.

Más de una vez intentaron cambiarle las botas, pero nunca lograban engañar a Ratonsito, que conocía perfectamente el olor de su calzado goleador.

Varias marcas internacionales de calzado deportivo intentaron tentarle para firmar contratos millonarios. Le ofrecieron muchísimo dinero, pero él no cambió sus viejas botas Joma "Kiko" agrietadas y semirrotas. También recibió ofertas de clubes de todo el mundo: Milan, Manchester United, Chelsea, Inter, Liverpool, Manchester City...

- ¿Cual es la razón de tu negativa a firmar por una marca deportiva? -le preguntó De la Morena en una entrevista-.

- Eeeeeeh, bueno... Yo... a mí... me gustan los productos nacionales... eeeeeeh.

Ratonsito llevó al Madrid a la final de la Champions, desplegando un juego magnífico en semifinales. El equipo al que tenía que medirse en la final del Santiago Barnabeu era su gran rival, el Atlético de Madrid.

El Atleti había sido la gran revelación de la temporada, llegando a recordar a aquel del año del doblete, pero el Real Madrid estaba imparable. Todas las apuestas daban como vencedores a los blancos y todo apuntaba a que Péres ganaría el Balón de Oro.

El partido se disputó a finales de Mayo. Las gradas del Bernabeu estaban llenas de aficionados madrileños que jaleaban la salida de los dos equipos al terreno de juego. Ratonsito Péres saltó al campo calzando como siempre sus botas goleadoras y tiempo después del pitido inicial, casi todos los balones del ataque madridista pasaban por sus pies. En la radio, Manolo Lama comentaba el partido con emoción:

- Balón en banda que controla Wesley Sneijder. Caracolea, busca el pase, remata Pereeeeeeeeez.... ¡Fueraaaaa!

- Buen regate de Ratonsito. Deja atrás a dos defensas, mira a puerta y... ¡Disparó altooooo!

- Pase de la muerte de Robben. Ratonsito en el area pequeñaaaa. Está solooo. Golpea y... ¡Fueraaaa! ¿Que le pasa hoy a Peres?

- Pena máxima a favor del Madriiid. Ratonsito coloca el balón en el punto de penalty y coge carrerilla. Se dispone a lanzar, golpea... ¡A las nubes! ¡Es muy malo, señores! ¡Ratonsito Péres es muy maloooo!

"¡Hijo de puta!", "¡Ladrón!", "¡Saca a Huntelaar!", "¡Me cago en tu puta madre, Rata!", "¡Que le vendan al Manchester City!" se oía entre los aficionados madridistas. A Péres no le salía nada. El Madrid atacaba y atacaba pero él marraba todas las ocasiones.

- ¡Cuidado Paco que ataca el Atletiiii! Minuto 89 de partido, Maxi con el balón. Intenta un pase al huecooo. Controla Agüero, pisa area y... ¡Gooooooooooooooool! ¡Gooool del Atletiiiiii! ¡Goooooool del Kun! ¡Atlético de Madrid, uno, Real Madrid, ceroooooo!

- ¡El Atlético de Madrid se va a convertir en campeón de Europa! ¡Mala tarde de Ratonsito!

Nunca se había visto una pitada como la que le cayó al Madrid ese día. Los jugadores, cabizbajos en el vestuario, miraban con rabia a Péres. Éste, recogió sus cosas y sin cambiarse, tomó su Porsche y desapareció del lugar.

Ratonsito se dirigió a gran velocidad al descampado. Con gesto malhumorado bajó del coche y corrió al seto:

- ¡Duende! ¡Que les has hecho a las botas! ¡Estaba a punto de ganar la Champions y firmar una renovación multimillonaria con el Real Madrid! ¡Me arruinaste!

- Lo siento, Ratonsito. No tuve más remedio -contestó el duende a la vez que le mostraba un carnet-. Soy socio del Atleti.

EL KOPROFAGO


Relato basado en el comic "Los botines goleadores" de Parissi y Tabaré, que fue publicado en mi anterior web en Noviembre de 2003. Ahora lo he actualizado un poco, porque antes salía Aguilera en el Atleti y marcaba Torres.

1 comentario:

Canichu, el espía del bar dijo...

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