domingo, 27 de junio de 2010

142# Esos cuernos

Con frecuencia se utiliza la expresión "poner los cuernos" para referirse a alguien que ha cometido una infidelidad de tipo sentimental. El origen puede ser muy variado y hay versiones para todos los gustos. Por ejemplo, se cuenta que los jefes vikingos en pleno medievo, tenían derecho de pernada sobre las mujeres de su zona de influencia, aunque estas estuviesen casadas o no. Para hacer saber este privilegio, cuando los rudos navegantes escandinavos se encontraban en plena faena, colocaban unos enormes cuernos en la puerta del hogar ocupado. Otra versión afirma que en el siglo XVI, en España, comparar a alguien con un carnero era como llamarle tonto. De esta forma, si a una persona le ponían los cuernos era sinónimo de que le estaban tomando el pelo. Sin embargo, no es seguro si los cuernos originales se referían a los del carnero (cabrón, y de ahí este insulto también) o a los del buey, por ser animal castrado y que se somete con paciencia. En México, se dice que "poner los cuernos" procede de la expresión "hacer buey", que es un simil de ridiculizar o engañar a alguien.

Sin embargo, ninguna de estas versiones sirve para explicar la situación de Zhang Ruifang, de 101 años de edad y habitante de Linlou, en la provincia de Henan (China). Se podría decir que a esta mujer, la vida le ha puesto los cuernos. Y es que cuando le empezó a salir un chichón en el lado izquierdo de la frente no creía que iba a crecer de la forma que lo hizo. Comenzó a desarrollarse en forma de lunar, de piel gruesa y áspera, hasta convertirse en un cuerno de cerca de seis centímetros. Ahora le ha salido otro chichón en la parte derecha. Le dicen que el cuerno es de queratina, o que puede ser un tumor benigno que aparece en personas de edad avanzada. No le duele ni le molesta, pero los vecinos están intranquilos. A ella le da igual. Desde que le salió, los niños de su aldea no han vuelto a molestarla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por dios, que mal rollo de señora

Viktor dijo...

¡Esos cuehnoh! que diria el de ofunkillo